Julio 2, 2025
La nueva suspensión de cirugías en el Hospital Regional de Antofagasta por fallas en su sistema de climatización reabre la discusión sobre la calidad de las instalaciones técnicas en edificaciones públicas. El Instituto de la Construcción avanza en la elaboración del Manual de Recomendaciones para Instalación de Tuberías de PPR, que busca fijar directrices técnicas para prevenir este tipo de crisis.
El pasado 15 de mayo, una nueva falla estructural en el sistema de climatización del Hospital Regional de Antofagasta (HRA) obligó a suspender 20 intervenciones quirúrgicas, afectando a pacientes oncológicos y de alta complejidad. Según informó la administración del hospital, la causa fue una falla en la válvula liberadora de presión de una de las calderas del recinto, sumándose a otras filtraciones y desperfectos detectados sólo este año.
Estos problemas recurrentes dejan en evidencia un punto crítico: la necesidad de fortalecer los estándares de diseño, especificación e instalación de redes de tuberías y sistemas sanitarios, especialmente en edificios de uso público e infraestructura crítica como hospitales, colegios y viviendas sociales.
Ante este contexto, el Instituto de la Construcción (IC) trabaja activamente, a través del Comité Manual de Recomendaciones para Instalación de Tuberías de PPR en Edificaciones, en la elaboración de un documento técnico que busca establecer directrices claras y actualizadas para la correcta instalación de sistemas de tuberías de polipropileno (PPR y PPRCT). Este trabajo se realiza en el contexto del Plan de Trabajo MINVU – IC 2024.
“Hoy existe una brecha en la estandarización de prácticas de instalación de tuberías plásticas. El comité nació precisamente para responder a esta necesidad, involucrando a actores clave: empresas constructoras, fabricantes, distribuidores, autoridades como el Ministerio de Vivienda y la Superintendencia de Servicios Sanitarios, y la academia”, explica Patricio Jorquera, presidente del Comité, y doctorado en Química de la Universidad de París.
El Manual de Recomendaciones contemplará orientaciones sobre materiales —abarcando polipropileno copolímero al azar (PPR), polipropileno copolímero random cristal modificado (PPRCT) y tuberías tricapa reforzadas con fibra de vidrio— además de aspectos clave como métodos de soldadura, ensayos de calidad, procedimientos de inspección y buenas prácticas de instalación para asegurar la resistencia mecánica, hermeticidad y durabilidad de las redes sanitarias.
“Uno de los principales desafíos fue definir el alcance técnico del manual y priorizar qué temas debía incluir. Por eso constituimos grupos de trabajo específicos, que abordan desde la selección de materiales hasta la soldadura de tuberías y la capacitación de los instaladores”, detalla Jorquera.
Además, el Comité no se limita a la publicación de un texto técnico: se busca impactar directamente en la práctica profesional y operativa del sector. “Es clave que este manual sea un insumo para generar programas de formación y certificación de instaladores y soldadores, porque de nada sirve tener un documento si no aseguramos que quienes ejecutan las obras apliquen estas recomendaciones con criterio técnico y calidad“, enfatiza el presidente del Comité.
Otro objetivo de la iniciativa es asegurar mecanismos de supervisión y control. “Hoy no está claro qué organismo podría fiscalizar o velar por la aplicación de este manual. Ese es un tema que debemos articular con ministerios, superintendencias y gremios, para que se convierta en una referencia obligatoria en proyectos de envergadura“, señala.
Para el Instituto de la Construcción, este trabajo se enmarca en su propósito de articular esfuerzos públicos y privados para mejorar la calidad, la resiliencia y la sostenibilidad de la construcción en Chile, reforzando la productividad del sector mediante el desarrollo de normativas técnicas, guías de buenas prácticas y certificaciones.
“Durante años he trabajado impulsando normas y estándares para materiales plásticos en construcción. Hoy, con este comité, buscamos que cada proyecto cuente con especificaciones claras para minimizar filtraciones, fallas de presión y problemas que, como vemos en Antofagasta, pueden llegar a paralizar servicios de salud completos“, concluye Jorquera.