El IC impulsa Certificación CES +Resiliencia en la Bienal de Arquitectura 2025
Noviembre 5, 2025
María José Ibaceta, secretaria ejecutiva del IC, relevó la urgencia de incorporar estándares de resiliencia y adaptación climática en los códigos de construcción, aumentando la seguridad estructural y operativa del entorno construido en Chile.
El Instituto de la Construcción (IC) tuvo una destacada participación en el seminario “Amenazas y resiliencias: El diseño en la era del cambio climático”, realizado a fines de septiembre en el marco de la Bienal de Arquitectura 2025. El evento se centró en la crucial necesidad de integrar la resiliencia en el diseño y la planificación urbana, un enfoque que el IC impulsa activamente a través de sus distintos comités y líneas de acción.
María José Ibaceta Cornejo, secretaria ejecutiva del IC y asesora de la Certificación Edificio Sustentable (CES), expuso sobre los avances de la nueva certificación CES +Resiliencia. Su presentación se centró en cómo esta iniciativa busca dotar al sector de una herramienta para medir y validar que las edificaciones están preparadas para eventos naturales y otras amenazas, como el cambio climático, sismos e inundaciones.
En palabras de la arquitecta, “esta certificación nos permite dar un paso más allá de la norma, estableciendo un marco medible que valida que las edificaciones no solo resisten, sino que son capaces de ser operativas en el corto plazo tras un evento catastrófico”.
Los puntos centrales de la presentación de Ibaceta fueron los siguientes:
- Fundamento de la certificación: La necesidad de CES +Resiliencia surge de un estudio encargado al IC por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en 2023, que revisó códigos de construcción y normativas de resiliencia y sostenibilidad en América Latina y el Caribe. Este estudio identificó la necesidad de abordar los temas de resiliencia de manera más integral, considerando la importancia de la reconstrucción y restauración de la infraestructura tras un evento catastrófico.
- Elementos clave: La propuesta busca reconocer estrategias que van más allá de la norma actual para identificar un edificio como preparado para desastres. Esto incluye:
– Diseño con proyecciones climáticas: Uso de archivos climáticos proyectados a futuro (ej. a 35 años) para que los edificios estén preparados para temperaturas extremas y lluvias concentradas.
– Respuesta sísmica avanzada: Trabajo con diseño por desempeño, que va más allá del cálculo tradicional, asegurando que ciertos recintos permanezcan seguros y que el edificio sea operativo en un corto periodo tras el sismo, incluyendo la consideración de elementos no estructurales.
– Adaptabilidad y flexibilidad: La edificación no debe ser concebida como un objeto estático.
María José Ibaceta enfatizó que “no se trata de construir más, sino que construir mejor”, ya que cada proyecto de calidad, sustentable y resiliente, se traduce en una vida más segura y una comunidad mejor preparada.
Un ecosistema más resiliente y sostenible
La jornada contó con las ponencias de otros profesionales vinculados a los mundos de la arquitectura y la ingeniería, entre los que destacan las siguientes exposiciones:
- Tecnología y resiliencia sísmica: Diego Mellado, director del Instituto de la Construcción (IC) y past president del Comité de Tecnología del Colegio de Arquitectos, presentó sobre “Arquitectura chilena, identidad y resiliencia sísmica. Mellado enfatizó en que Chile ha desarrollado una identidad y cultura sísmica única, marcada por avances normativos (como la evolución de la NCh433) y la incorporación tecnológica (aisladores, disipadores), que han permitido alcanzar estándares de seguridad sísmica de primer nivel mundial. Esto se materializa en una arquitectura sísmicamente eficiente y segura.
- Rol de la infraestructura pública: Maximiliano Bolados, profesional del área de adaptación del Departamento de Sostenibilidad y Cambio Climático de la Dirección General de Obras Públicas (MOP), abordó los desafíos y oportunidades desde la institución. Bolados contó que el MOP está buscando alcanzar una “identidad climática” en sus obras de infraestructura (caminos, puentes, hidráulicas, etc.), alineándose con la Ley Marco de Cambio Climático. Las estrategias incluyen el diseño con proyecciones climáticas a 30 o 50 años, la perspectiva del ciclo de vida del proyecto y el desarrollo de instrumentos como el Plan Maestro de Aguas Lluvias, con soluciones basadas en la naturaleza.
- Visión internacional y agenda global: Cid Blanco, consultor en desarrollo urbano y vivienda del BID, y coordinador de la Comisión de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Unión Internacional de Arquitectos (UIA), se conectó desde Brasil. En su participación, comentó que la sostenibilidad y la resiliencia son agendas de larga data (desde los años 70), donde el rol de arquitectos y urbanistas es crucial, ya que el 65% de las metas de los ODS están vinculadas al desarrollo territorial y urbano. El principal desafío es la voluntad política y la educación para generar un cambio de conciencia en todas las generaciones.
- Vanessa Zadel, arquitecta de Perú y codirectora del programa Architecture for All de la UIA, presentó las directrices de la organización, afirmando que diseñar la resiliencia es más que resistir, es anticipar, adaptarse y recuperarse. Para la UIA, “no puede haber resiliencia sin accesibilidad”, comentó Zadel, y la inclusión, siendo esta una condición indispensable en la planificación, respuesta, reconstrucción, y en la formación académica de los arquitectos.
El seminario, moderado por Paola Molina O’Ryan (Directora del IC, Past President del CES, y presidenta del Comité de Economía Circular del IC), concluyó con un llamado a la acción y la colaboración como el camino indispensable para enfrentar los desafíos futuros y “reconstruir mejor”. El trabajo en red entre el sector público, privado y la academia es fundamental para que iniciativas como CES +Resiliencia logren un impacto concreto en la seguridad y el bienestar de la ciudadanía.